En el artículo anterior (Selección Tradicional Vs
Selección por Competencias) estuvimos hablando, muy por encima, del
concepto de Actitud y lo relacionábamos con los conceptos de:
- Habilidades/destrezas y
- Conocimientos/experiencia.
Como resultado de juntar estos
tres elementos surgía el término de COMPETENCIAS.
Volvemos
a recordar que Competencias son ese conjunto de Actitudes, Habilidades y Conocimientos
que posee una persona para desempeñar una tarea. Y destacábamos que por mucha experiencia que tenga alguien desarrollando una
tarea, no asegura que lo haga mejor que otro que tenga menos, porque
quizá el que tenga menos experiencia tenga unas mejores Actitudes y Habilidades
que el otro. Es decir no hay una relación directa, siempre, entre
experiencia y mejor desempeño en la tarea, sino que el buen desempeño dependerá
de otros factores. Vamos, que no por tener más experiencia una persona valdrá
para ser jefe, porque la experiencia es un grado, pero no lo es todo.
Por ejemplo, imaginen a un
futbolista de 1ª división con 10 años de experiencia en el Club A. Todos
podemos pensar que con esa experiencia es suficiente para ser el más adecuado
para ocupar la posición de delantero, pero piensen ahora en un joven que tenga:
1.
Menos Experiencia (que
venga de la cantera del club)
2.
Pero que posea más adecuadas
Habilidades (encuentre más veces el gol, tenga mejor mirada espacial,
lea los gestos de los compañeros para posicionarse mejor, mueva mejor la
piernas, pierda el balón pocas veces, etc…)
3.
Y más adecuada Actitud
(disponga de mejor predisposición, quiera aprender más, quiera entrenar más,
tenga una mayor motivación individual, cree buen ambiente de grupo, anima y motiva
a sus compañeros…)
Por tanto en un margen reducido
de tiempo, 1, 2 ó 3 años ese joven, si se le da la oportunidad, será mejor
futbolista (coloquialmente hablando, porque en el ámbito de la Psicología
Laboral diríamos será un futbolista más adecuado para desempeñar el puesto) que
el de más experiencia.
Y esto ocurre también en el
ambiente laboral y en cualquier ambiente que se imaginen: familiar o de
amistad. Piensen en los profesores, abogados, médicos, electricistas,
relaciones laborales, fontaneros, psicólogos, empleados de banca, publicistas,
informáticos, administrativos, etc.… que no por tener más
conocimientos/experiencia desempeñarán mejor su cargo. Y
muchas veces nos hemos encontrado con empleados noveles que nos han atendido e informado mejor que
los expertos, simplemente porque tienen una mejor Actitud.
De todos modos, habrá que evaluar
siempre todas las diferentes situaciones en las que se muevan los profesionales
(ambiente de trabajo, carga laboral, tiempo en la empresa, recursos de que se
dispone para desempeñar el puesto, etc.) para concretar mejor las Competencias
de los individuos, tengan la profesión que tengan. Y
desde aquí les decimos que la Experiencia es un grado, pero no el único, porque
hay que evaluar además las Habilidades y las Actitudes.
Aclarado este asunto, hoy vamos a profundizar en uno de los
elementos de las Competencias:
La
ACTITUD.
Ya definimos actitud como una tendencia psicológica expresada evaluando un
ente determinado con cierto grado de favorabilidad
o desfavorabilidad. (Alice Eagly y
Shelly Chaiken, 1998).
Como bien dice Elena Gaviria
Stewart y colaboradores, “las actitudes se refieren siempre a un ente
determinado, lo que técnicamente se denomina objeto
de actitud, que pude ser prácticamente cualquier cosa, ya que todo
lo que puede ser susceptible de ser valorado puede ser objeto de actitud”.
Es decir que se puede tener cierto
grado de favorabilidad o desfavorabilidad
hacia cosas, ya sean:
- Concretas (las margaritas, los perros, el museo del prado…)
- Abstractas (la libertad, la igualdad, el amor, la codicia…)
- Ideas y Opiniones (pena de muerte, ideología política…)
- Conductas (reciclado de productos, uso de preservativos, ayuda, agresión…)
- Personas (el jefe, un compañero de trabajo, el presidente del gobierno, el vecino del 5º…)
- Grupos de Personas (los homosexuales, los de cierto país o región, los políticos, los blancos, los negros…)
Por tanto:
Tendremos una Actitud Positiva cuando nos mostremos favorables hacia algo.
Tendremos una Actitud Negativa cuando nos mostremos desfavorables hacia algo.
Entonces, ¿Qué es lo que hace que nos
mostremos Favorables o Desfavorables hacia algo?
A raíz de esta pregunta vamos a
explicar cuáles son los procesos por los que se forman las Actitudes y nos
daremos cuenta de que no son factores independientes, sino más bien que las
Actitudes se forman por una influencia de todos los siguientes procesos:
Influencias Biológicas; Efecto de Mera Exposición; Proceso de Aprendizaje e Imitación; Influencia del Contexto
1.- Influencias Biológicas
Hace
referencia a que determinadas actitudes tienen su origen en componentes
genéticos. Esto respondería a las frases que todo padre o madre ha dicho
a su hijo/a en momentos de enfado: “te pareces a tu madre/padre” o “eres igual
que tu abuelo/a” o “has salido a la familia de los García”…
Pero la Influencia Biológica van
más allá y también responde al por qué en todas las
culturas existe una actitud positiva hacia determinadas cosas como los
dulces o las grasas, y una actitud negativa hacia
otras como las cucarachas o las tormentas, por ejemplo.
Esto nos indica que hace miles de
años tener una actitud positiva (predisposición) a los dulces o grasas nos
servían para mantener nuestras reservas de energía, y tener actitud negativa
(asco, miedo) hacia los insectos o tormentas conseguía que huyéramos del
peligro.
Por tanto ambas actitudes, en los
momentos adecuados lograban la supervivencia de la especie y aún hoy en día
siguen estando muy arraigadas en nuestro cerebro, lo que ocurre es que hoy en
día (que existen supermercados) tener una actitud favorable hacía los dulces o
a las grasas puede generar problemas de salud, puesto que en la época en la que
comenzó a desarrollarse nuestro cerebro dichos alimentos eran escasos.
Por último, dentro del proceso de
la Influencia Biológica hay que destacar que no por el hecho de tener una
genética que nos predispone o que nos favorece para una determinada cosa,
significa que haremos esa cosa. Es decir, hace falta
que las personas nos veamos dentro de un ambiente que nos favorezca el
desarrollo de esa habilidad y que nos refuercen esa conducta y no la
castiguen o limiten. Por ejemplo, por todos es sabido que Rafa Nadal es uno de
los mejores tenistas del mundo, pero sin duda ha llegado a donde está ya no sólo
gracias a sus Conocimientos del mundo del tenis o a sus Habilidades para ese
deporte, sino que también al apoyo de su familia, puesto que ha crecido en un ambiente
que le proporcionaba los recursos, el apoyo y lo más importante, el refuerzo
para desarrollarse en esa profesión. Si no hubiera tenido el refuerzo o alguien que le aliente y le crease una Actitud (predisposición) hacia el tenis, hoy no hablaríamos de Rafa Nadal, ni de Mozart,de Michael Phelps, ni de Rosario Flores, por poner algunos ejemplos.
2.- El efecto de Mera Exposición
“Es el aumento de la favorabilidad hacia un
estímulo neutro al aumentar la
exposición repetida al mismo”. (Robert Zajonc, 1968). Un estímulo
neutro es aquello que cuando lo veíamos, oíamos, tocábamos o pensábamos en él no
nos provocaba ninguna actitud, ni positiva ni negativa.
Quiere
decir que algo que antes me daba igual, ahora me gusta porque me he
familiarizado con ello. Y seguramente al lector le habrá pasado esto,
sobre todo con alguna canción, que después de escucharla varias veces le ha llegado
a gustar. Ahora bien, “una exposición
exagerada puede llevar a una especie de hartazo”.
Este efecto de Mera exposición es
el que utilizan ideologías o creencias religiosas radicales, que utilizando símbolos,
melodías, o frases que van calando en la mente de los individuos que llegan a
aceptar como positivo el mensaje de estos.
No obstante el efecto de Mera Exposición,
utilizado correctamente, sirve para poder aprender en la escuela más
rápidamente, por ejemplo con canciones; socializar a los nuevos empleados en
las empresas, afianzando su compromiso con la compañía; hacer que los nuevos
integrantes de un grupo de boy scout se adapten al ambiente de la asociación; etc.… y de esa forma conseguir que el estudiante, el empleado y el boy scout, tengan una favorable actitud (una predisposición positiva) hacia el colegio y aprenda a gusto, hacia la empresa y trabaje mejor siendo más productivo y la asociación, participando de los juegos, respectivamente.
3.- Proceso de Aprendizaje e Imitación
a) Aprendizaje
clásico: algo neutro se convierte en algo
deseado, sobre todo cuando algo neutro, en un momento dado, lo
relacionamos con experiencias positivas y así tendremos una actitud favorable
hacia lo neutro. Por ejemplo, pensemos en la publicidad: Me presentan una
colonia (elemento neutro) y a continuación aparece un actor atractivo, entonces
este condicionamiento (colonia - actor atractivo) hará que tenga una actitud
favorable hacia la colonia que antes no tenía. Esto es debido a que el
mecanismo clásico consigue que las propiedades que uno le da a ese actor, pasen
al producto, en este caso la colonia.
En definitiva con el aprendizaje clásico cremos una actitud positiva (predisposición) hacia algo que antes no me preocupaba, ni me importaba.
En definitiva con el aprendizaje clásico cremos una actitud positiva (predisposición) hacia algo que antes no me preocupaba, ni me importaba.
b) Refuerzo
de la conducta: con el refuerzo
conseguimos que la repetición de una determinada conducta aumentará si la experiencia va
ligada a una consecuencia positiva y disminuirá si la consecuencia es negativa.
Por ejemplo si queremos que un niño adquiera la actitud de estudiar, lo mejor es reforzarle
positivamente cada vez que coja un libro y si queremos que deje de hacer algo,
una buena opción es el castigo en el instante en el que realice la conducta no
deseada. Ojo, el refuerzo ayuda en la formación de actitudes, pero tanto “el refuerzo como el castigo pueden
deteriorar la motivación intrínseca hacia el estudio, si el niño llega a la
conclusión de que estudia porque le premian (por coger un libro) y no porque de verdad tenga una actitud
positiva hacia el estudio”.
Con el refuerzo de la conducta conseguimos que alguien tenga una actitud positiva (se sienta más motivado) para hacer algo. Por eso lo importante de premiar con palabras y cariño, más que con dinero, las buenas conductas de los niños y adolescentes.
Con el refuerzo de la conducta conseguimos que alguien tenga una actitud positiva (se sienta más motivado) para hacer algo. Por eso lo importante de premiar con palabras y cariño, más que con dinero, las buenas conductas de los niños y adolescentes.
c) Aprendizaje
Vicario: es adquirir una actitud imitando las
actitudes de otras personas. De hecho los hijos imitan las actitudes de
sus padres o las personas imitan las actitudes de otras personas, sobre todo si
uno quiere ser aceptado por un grupo al que acaba de llegar. También se produce
cuando alguien imita las actitudes del líder de un grupo, para conseguir así
mayor poder y espacio en el grupo. Por ello padres, profesores y medios de
comunicación influyen en las actitudes.
El aprendizaje vicario se adquier por imitación. Por eso la importancia de "practicar con elejemplo". Con la imitación conseguimos adquirir una actitud (predisposición) para hacer unas determinadas acciones y no otras, que nos gusten unas cosas y no otras. Si tú lees, tu hijo leerá; si tu pegas, tu hijo pegará; si hablas alto, tu hijo hablará alto; si eres asertivo, tu hijo será asertivo.... o al menos habrá mayor probabilidad deque lo sea.
El aprendizaje vicario se adquier por imitación. Por eso la importancia de "practicar con elejemplo". Con la imitación conseguimos adquirir una actitud (predisposición) para hacer unas determinadas acciones y no otras, que nos gusten unas cosas y no otras. Si tú lees, tu hijo leerá; si tu pegas, tu hijo pegará; si hablas alto, tu hijo hablará alto; si eres asertivo, tu hijo será asertivo.... o al menos habrá mayor probabilidad deque lo sea.
4.- La Influencia del Contexto
Las
actitudes dependen de lo accesible que sea la información en cada momento.
Por ejemplo, el juicio que hagamos sobre un amigo o un familiar, dependerá de
si en ese momento evocamos características positivas o negativas de esa
persona. Por tanto si la información accesible de
nuestra memoria es positiva, tendremos una actitud favorable hacia esa persona
y al contrario. Lo que ocurre es que la información que guardamos en
nuestra memoria sobre esa persona, será más positiva o más negativa en función
de lo que nuestra mente quiera en ese día. Por tanto las actitudes varían
dependiendo de la información accesible que tengamos.
Además
no hay que olvidarnos del grado en el que recordamos algo. Por ejemplo,
si cada vez que pienso en Pepito, sólo recuerdo cosas malas de él, lo más
probable es que tenga una actitud desfavorable hacía su persona, inclusive
aunque realmente no sea tan malo, pero mi mente hará que borre las acciones
buenas que haya realizado Pepito y recuerde sólo las malas, para mantener una
coherencia. (Esto ocurre, por ejemplo, cuando se rompen las relaciones de
pareja o cuando un compañero de trabajo no nos cae bien).
Y no hay
que olvidar que también influye en la formación de las actitudes, el estado de
ánimo o de salud que tengamos en un momento o etapa de la vida, puesto
que harán que evaluemos las cosas y las personas en función de cómo nos
encontremos.
Hasta ahora hemos aprendido sobre la Actitud:
- Que es un elemento de las Competencias laborales de las personas,
- Que indican nuestra predisposición positiva o negativa hacia algo debido a nuestra favorabilidad o desfavorabilidad hacia esa cosa, sea lo que sea (individuos, grupo de personas, objetos, colores, sonidos, aromas…)
- Cómo se forman las actitudes, debido a factores de aprendizaje, biológicos o de influencia del contexto.
Y ahora es momento de conocer cuáles
son los componentes de las actitudes; cuáles son las funciones de las actitudes
y si hay relación directa entre actitud y conducta o bien son elementos
relacionados pero no necesariamente directos.
Pero todo ello lo veremos en el
próximo post. Mientras yo les sigo esperando aquí!!
BIBLIOGRAFIA:
"Introducción a la Psicología social", Elena Gaviria y colaboradores.
Estudios de Robert Zajonc, Profesor en las Universidades de Michigan y Stanford.
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